Idex Vai

Vamos caminando calle universidad, cruzando el puente que inútilmente fue puesto pues todos cruzamos por abajo la mayoría del tiempo, al bajar de el siempre esta un teléfono sonando, siempre el mismo sonido amargo de todas las mañanas frías. Justo enfrente, un enorme edificio, en mera esquina de avenida y calle universidad, entrando esta una gran alfombra roja que cubre todo el primer piso, que se ilumina gracias a las ventanas enormes y rectángulas, a mano derecha el elevador cilíndrico, rojo oscuro, lleno de espejos que tanto odio por no poder reflejarme en ellos, cuando entro cada día al despertar a mi habitación, enorme por cierto, siento que puedo ver a distancia el mundo a pesar de solo ver Universidad, caminas tres pasos y a mano derecha, el baño, adornado con una enorme tina que siempre esta llena de bichos, el agua corre sola siempre, no importa el número de candados que pongas la puerta se abrirá sola, todo el piso es el cuarto todo el cuarto es el edificio, pero en la esquina que esta ahogada en ventanas, esta la habitación del niño; camas de tres pisos, todo el cuarto es para él, tiene su propia ballena que lo riega cada vez que el sol se va, tiene una pared llena de televisiones enormes, la puerta siempre se abre sola, y por más candados que pongas el agua no dejará de salir, cruzando Calle Universidad, esta mi hogar, atravesando el puente que nadie usa, soñando ver volar las aves una vez más, el cielo como nunca nos embellece esta noche, si alguien fuera capaz de crear tan hermoso paisaje el agua nunca deja de correr y si a esta mañana le agregamos un poco de lluvia, aún habría aire para volar.