LA REALIDAD

Y por más que deambulo atareado no puedo encontrar la salida a este enredo mental

EL RENACER

¿Donde estoy?

Hoy he vuelto, pero no como esperaba,
un árbol más, sepultado en el bosque, ese soy yo.

Que caso tiene ser y no ser. Si estoy o no, hoy da igual.

Qué mi mente se pierda creyendo que soy y olvide que no.

LA ESPERA

¿Cuándo podré ser? y cuando sea ¿Qué sería?
¿Sería acaso el viento que mueve las hojas hoy?
¿Seré capaz de llenar un cuerpo?

No tengo idea de cuanto llevo esperando,
no se siquiera si me encuentro solo o acompañado.

Me invade la ansiedad y quisiera correr lejos.

¡Deten el tiempo hoy y dame la oportunidad!

EL DESPERTAR

Y este calor me hace sudar, que terrible pesadilla. El miedo me invade pues mi cuerpo se derrite deprisa frente a mí. Como pueden mis manos juntan los pedazos e intentan reacomodarlos sin éxito  no me es posible recordar quien o como fui hace un segundo. Mis labios sangran al gritar. Mis huesos se rompen. Me arrastro hacia el espejo y veo la misma muerte enterrándome vivo. Arrojo brutalmente los pedazos que me sobran fuera de la tumba, pero unas garras me arrastran de nuevo. Veo abajo y el barranco es mi única salida, cierro los ojos y me dejo caer.

Mi cuerpo se parte una vez más y el dolor no cesa. Mis extremidades comienzan a aferrarse a los árboles pero mi mente se niega me sacudo con fuerza y mi cerebro cae en la tierra. Pronto una sombra lo intimida es una piedra que azota con fuerza machacándolo y liberando mi alma. Allá abajo puedo ver como mi cuerpo se pudre en el pantano.

Ya no tengo frío, pero no se donde estoy, un gran pasillo blanco, a lo lejos un gran agujero negro, lentamente y sin darle la espalda me alejo de él para ver mi reflejo rodeado de sombras, todas señalan detrás de mí, no quiero voltear, porque se que en cuanto lo haga ni yo podría decir que todo por fin termin...

EL SOÑAR

De paseo entro sin darme cuenta en un denso bosque, a lo lejos una dolida voz me invita a encontrarle, los lamentos incrementan paso a paso. Finalmente me encuentro un pozo donde los gritos desgarradores han ahuyentado la vida alrededor. Temeroso me asomo por el borde, cuando un grito que hizo vibrar el mismo pozo me hace caer, tan pronto entro, la oscuridad domina, durante el descenso temí golpearme con los muros pero eso no pasó, parecían haber desaparecido.

Finalmente siento mi cuerpo sobre el suelo seco y frío del fondo del pozo. Sentí una presencia extraña observandome, pero que estupidez, quien podría siquiera intentar ver algo en tal negrura. Mi cuerpo se siente frío, pesado, busco desesperadamente mi cuerpo pero no lo encuentro, incluso mis manos parecen haberse fundido con la nada. No temas, me dice una voz tranquila, intenté hablar pero había perdido mi voz. No temas, no pasa nada, me repetía una y otra vez, era yo quien me hablaba mentalmente. A lo lejos se oían pasos arrastrándose lentamente hacía mí. Pero, ¿dónde estaba yo? ¿cómo saber mi ubicación sin siquiera sentir mi cuerpo? De momento no pensé en nada más que en huir, pero resultaba imposible. Volteé a todas partes sin ver nada, pronto se escuchó un alarido de donde venían los pasos, volteé arriba y pude ver la luz, intente levantarme pero resultaba inútil. Los pasos comenzaron a tomar velocidad. Sentí como mi mente se desvaneció por unos instante. Despierta, me dijo una voz, esta vez estaba seguro que no era la mía.

¿Quén eres tu? pensé con nerviosismo.

No lo se, ¿quién eres tu?

¿No lo sabes? ¿sabes al menos como eres? tal vez podría saber yo que seas.

¿Sabes tú que eres? ¿te has visto o sentido últimamente?

Pues, no podría decir que no. Sin embargo recuerdo que... Se escuchan unos pasos a lo lejos. ¿has escuchado?

¿Escuchar?

El sonido se incrementaba de tal manera, no era dentro, sino fuera del pozo.

Arriba la luz se veía difusa, algo evitaba que la viera, era una cubeta. Como pude subí a ella, sentía como la jalaban fuertemente, sentía como me elevaba, podía ver la luz resplandeciendo cada vez más cuando de un vistazo me encontraba de nuevo en el fondo.

Comprendí que ya no era, que la existencia para mí no era más. Lamente mi falta de existencia durante una eternidad.

Cayó la noche y sentí como mi cuerpo presencia se elevaba. salí así del pozo, y pude ver a lo lejos una cálida luz. Mientras me acercaba no pude distinguir de que se trataba,  solo sentía su calor, me oculte detrás de un árbol, sentí pronto un temblor detrás de él, intente voltear para saber de que se trataba pero una corriente de aire me llevó lejos.

El tiempo pasó y deje los sentidos atrás, solo a veces intento recordar como sería dejar de ser oscuridad.