Me hundo, lentamente en el pantano creado por mi propia agonía. Soy pero no estoy, me encuentro perdido en otra dimensión, una de la que jamás había escuchado, en la que la vida se dio un suspiro y me dejó perdido a medio camino. Y yo sin una guía en el cielo y sin rastro del pasado me quedo inmóvil. Veo pasar la gente que me atraviesa sin saber. Un espíritu, un fantasma es lo que soy, aquel que susurra a tu oído sonidos sin sentido como si de palabras se tratasen.
Me hundo y no hago nada para evitarlo, me hundo y solo yo lo se, y como todos no haré nada que me ayude a volver, pues ni siquiera estuve ahí como para pensar en regresar.
De momento lo intento pero solo me hundo más, yo se la solución pero no la comprendo, tal vez lo hago pero me rehuso a realizarla. Tal vez me engaño pensando que lo se.
Enredos mentales que propician la inconsciencia me hacen desaparecer lentamente de un lugar en el que nunca estuve realmente.
Y sin más me fui.
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