Inician pequeños e interesantes, pero con el tiempo se vuelven densos, son los nexos que creo y saturo constantemente hasta reventarlos. El peso los va hundiendo dificultando el nadar, ni hablar la solución es mantenerlos ligeros por la superficie, que entre más produndo me es difícil continuar.
Deberían de ayudarme a vivir, pero no es así, alteran mi razón y se convierten en cadenas que me atan a la tierra, que evitan que vuele libre.
¿Un desahogo? debí haberlo notado desde hace tiempo, pero no quise creerlo y ahora todo esta tan claro en mi mente que hubiera preferido no adentrarme a este mundo, ¿unas últimas palabras? no pude seguir así, no es para mí
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