Horizontes

El humo aparece lentamente cubriendo todo, tan solo una mano puedo ver, una mano que me invita a seguir, si no pudiera reconocer no me daria cuenta que es mi propia mano y que, todo estaba a un paso, no volvamos a intentar alcanzar lo que no podemos ver pero, si saliendo de la penumbra es visible, no importa cuantas veces caigamos del precipicio por intentar andar por un camino invisible, siempre habrá una tortuga con un árbol de nubes en su coraza para volver. ¿No es así? Puede que nuestra meta sea el horizonte, pero solo lo alcanzaremos cuando caigamos después de intentarlo todo y descubrir que lo hemos sobrepasado.