No regreses jamás

Regresa la planta al bosque donde creció, preparada para plantar su semilla. Se encontraba tan emocionada pues recordaba todos los buenos momentos, pronto todo comenzó a obscurecerse, solo quedaba la luminicencia de los hongos. Después de caminar un rato encontró a sus compañeras que charlaban felices a ahorillas del pantano.

Era mucho el tiempo en que la planta estuvo lejos y no recordaba ya como eran las cosas, intentó comunicarse pero resultó imposible, ya no hablaba la misma lengua. El resto solo comenzó a reir , la planta se sintió decepcionada y se disponía a irse cuando las hierbas tomaron sus raices impidiendole marcharse, el resto de plantas continuaron con su burla, empezaron a golpearla, querían que abriera sus hojas para destruir semilla, pero esta se nego, entonces comenzaron a destruirla hoja a hoja, estaba a punto de abandonar la esperanza cuando el primer rayo de sol cegó a las demás, entonces aprovechó para escapar.

Estaba destruida, sus hojas, sus ramas, su espíritu. con sus pocas fuerzas, tomó una espina del suelo y escribió en su tallo, no regreses jamás. Agarró valor y continuo su camino hacia tierras mejores pero no pudo más. No quería olvidar esa experiencia para nunca regresar pero no podía dejar de pensar en todo lo que le habían hecho. Entró en ansiedad y desesperada comenzó a correr llorando hasta que finalmente cayó al suelo y comenzó a secarse, cayó al suelo y finalmente abrió su mano dejando escapar su semilla al aire.