¡Quitense las máscaras, creaturas aformes! ¡se lo que son, no pueden engañarme, puedo ver sus entrañas enfermas! ¡fuera distraces!
Entre los gritos de reniego dejaron de escucharse palabras para convertirse en ruidos aterradores, había desafiado su interior y tenía que defenderse. Las poses amenazadores no se hicieron esperar, destrozaron sus recipientes y quitaron sus mascaras dejando ver las horrendas creaturas que ya imaginaba. Vi como desde el fondo unos ojos se acercaban furiosos, tal vez era el más ofendido, era quien me trajo a aquí.
Intenté correr pero mis extremidades se encontraban hundidas en el pantano, pronto perdi sincronía y me despegué, pude ver con total calma la situación en la que me había metido y me di tiempo para meditarla.
De golpe volví, y me tire al lodo para desaparecer en él.
Había funcionado.
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