En la oscuridad hasta el más fuerte se siente solo cuando no puede distinguir entre el día y la noche, mucho menos si se aleja de quienes lo rodean. Era el tiempo en que todos duermen cuando él se despierta, ya no sabe si esta soñando o murió, se levanta y camina dejando a los demás atrás, conforme avanza el sonido del agua disminuye, sus pasos dominan el lugar pero ya no los escucha, se encuentra perdido en sus pensamientos intentando recordar como era la existencia.
Como el cielo rosado crecía cada amanecer mientras negras se abrían preparadas para recibir soporte vital. Eso y más cosas recordaba era evidente que su memoria se afectó. Olvidó su nombre, su forma su razón. Incluso olvido que hacía tiempo había dejado de caminar, se encontraba cayendo en el vacío, ¿Cuándo deje de caminar y comencé a caer? ¿Cuánto llevo cayendo? ¿Habré dejado de existir? ¿Quién y cuando soy? ¿Dónde estoy? ¿A dónde voy?
Cae en el suelo endurecido para golpearlo, se encuentra rodeado de antorchas, personas se acercan a él, ya son amigos, ya tiene pareja, el viento había detenido su curso para permitirle ver, vivió toda una vida, familia, hasta un día especial en el que se encontraba con su familia compartiendo sus últimos días, una corriente de viento pasó a través de su existencia por cada miembro de su familia convirtiéndolos en cenizas que comenzaron a rodearlo formando una espiral que lo trajo de nuevo al vació. Un juego de la mente que necesita sentirse en compañía para aislarse. La razón principal por la cual se había alejado de quienes lo rodean, la razón por la que se encontraba sin saber sin murió y es su mente que rechaza la muerte la que no lo deja descansar impidiéndole ver si ha pasado poco o mucho tiempo. La razón por la que se encontraba ahora y para siempre cayendo en el olvido.
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