Me busco sentado en los escalones sobre el imperio del frío, cargando mi batería solar, con la esperanza de no perder el camino y conforme dibujo en mi libreta una estatua que empieza a deterrir, comiezan a nevar fantasmas, semillas de los arboles que esperan volar con la proxima corriente de viento, volteo a mi alrededor y no estoy más donde solía, ahora un árbol me tapa del sol que ando buscando. El aire sopa con intensidad, el mundo se deslava del bastidor pero los fantasmas no se van, vinieron por mi aprovechando que no me puedo mover, y si lo hiciera me hundiría en la nieve pero soy un tonto.
Rápido tomo mis cosas y me aviento al destino del cual no tengo rastro o final pues el paisaje ahora es niebla y los fantasmas no dejan de llover cubriendo mi cuerpo desgastado que triste maldice mi desición pues corrí hacia la oscuridad. Pero como puede culparme si fue él quién siguió la sugerencia.
Una estatua de hielo contiene mi ser esperando la liberación con el primer roze de calor. Misma que me encuentro dibujando mientras recargo mis pilas preocupado por terminarla antes que mi propio calor acabe con su vivir.
Y los fantasmas que caen lentamente indican que pronto volveré a mi ciclo interminable.
Rápido tomo mis cosas y me aviento al destino del cual no tengo rastro o final pues el paisaje ahora es niebla y los fantasmas no dejan de llover cubriendo mi cuerpo desgastado que triste maldice mi desición pues corrí hacia la oscuridad. Pero como puede culparme si fue él quién siguió la sugerencia.
Una estatua de hielo contiene mi ser esperando la liberación con el primer roze de calor. Misma que me encuentro dibujando mientras recargo mis pilas preocupado por terminarla antes que mi propio calor acabe con su vivir.
Y los fantasmas que caen lentamente indican que pronto volveré a mi ciclo interminable.
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