¿Cómo se hace? sólo se hace.

Es díficil, pues sin cuidado todo se puede arruinar. Muchas veces me he visto en la tentación de contar cuantas estrellas hay en el cielo pero justo antes de empezar me detengo prescisamente porque estrellas ya no hay.  Y sin pensarlo mucho podría llegar a decirlo, pero entonces atravesaría la delgada linea que separa los espíritus del mundo irracional. Es mejor cavar una tumba en la obscuridad y olvidar la lapida, de esta manera aún cuando lo necesite, no podré encontrarle.

Llueve, y es mejor porque así podría pasar como un ser común, caminando eternamente rodeado bañado por la brilla sin llegar a empapar mis ropajes. Al horizonte una luz me dice que pronto debo dar la vuelta y regresar. Pero no lo haré, no esta vez, Me abstendré de caminar por la parte seca de la playa pues no quisiera volver para perderme en aquel mundo.

Veo a lo lejos con nostalgia que se que pronto se irá la pequeña isla que marcó a unas cenizas que por determinado fluyo de la existencia avivaron sin poder renacer del todo.

Última mirada, un suspiro y al volver al frente puedo ver a como las enormes nubes dominan el cielo, no será una aventura fácil, pero ¿Cuándo lo ha sido? Saco el impermeable y me pierdo en la distancia mientras agito la mano sin volter atrás.