No es que me interese, no es que quiera, ya lo negue, ya lo intente todo lo posible para alejarme, pero no importa cuando haga, siempre será parte de mí, es una maldición que no me deja tranquilo, pues es cuando intento descanzar que es más hiriente,
Ni en la absoluta obscuridad podré seguro sentirme pues nunca sabré si en verdad se irá o si es la obscuridad misma.
No queda más que aceptarlo, por eso siempre estoy ocupado intentando distraerme para nunca recordar que tengo sombra.
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